El Privilegio de Servir a Dios
“Por cuanto no serviste al Señor tu Dios con alegría y con gozo de corazón, a causa de la abundancia de todas las cosas…”
Deuteronomio 28:47
El afecto y la gratitud son una expresión de amor. No nos volvamos demasiado familiares con lo que Dios ya ha hecho por nosotros al dejar de darle gracias diariamente y de manera constante. ¡Alabemos hoy a Dios en nuestro caminar hacia donde nos dirigimos mañana, manteniendo siempre una actitud de gratitud!

1. El Significado de los Memoriales
Es importante recordar las cosas buenas que Dios ya ha hecho por nosotros. Los memoriales, sin importar su forma, son recordatorios tangibles de lo que Dios ha hecho. Nos ayudan a fortalecer un corazón agradecido, y lo que está en nuestro corazón fluirá hacia afuera dondequiera que vayamos. Esto afectará nuestras relaciones, nuestras decisiones y nuestras emociones. ¡Servimos al Señor con alegría y con un corazón agradecido!
2. Generosidad hacia Dios
“Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”
Mateo 6:21
Nunca debemos sentir que servir a Dios es una carga. Por eso debemos mantener un corazón de gratitud y un corazón generoso en nuestra entrega, ya sea con nuestras finanzas, nuestro tiempo o nuestro talento. Es un honor y un privilegio servir a Dios. Amamos a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas.
“Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia; reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.”
Proverbios 3:5-6
3. Nuestro Afecto
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Juan 3:16
A lo que damos nuestra atención, le daremos también nuestro afecto. Por eso nunca olvidamos la bondad de Dios en nuestra vida. Nunca debemos poner otras cosas antes que Él y arriesgarnos a perder nuestro afecto por Él y por Su casa. Siempre ponemos a Dios en primer lugar en cada área de nuestra vida. Esto es verdadera rendición. Le damos nuestra vida porque Él nos dio la Suya.
4. El Disfrute de la Abundancia de Dios
“A los ricos de este mundo, mándales que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.”
1 Timoteo 6:17
Por supuesto, Dios quiere que disfrutemos nuestra vida. Él quiere darnos los deseos de nuestro corazón: nuestras esperanzas y nuestros sueños. Sin embargo, lo que Él no quiere es que pongamos esos deseos antes que a Él. Lo mantenemos a Él primero en nuestra vida, primero en nuestro día, primero en nuestras finanzas, primero en todo. Lo mantenemos como nuestra prioridad en todo lo que hacemos.

PENSAMIENTOS FINALES
No nos volvamos demasiado familiares con lo que Dios ya ha hecho por nosotros al dejar de darle gracias diariamente y de manera constante.
Damos al Señor porque amamos al Señor. Esta mentalidad nos mantendrá en posición de recibir la plenitud de la abundancia de Dios.
A lo que damos nuestra atención, le daremos también nuestro afecto. Por eso nunca olvidamos la bondad de Dios en nuestra vida.