Vive en Abundancia
El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Juan 10:10
Si hay robo, muerte o destrucción ocurriendo en tu vida, puedes estar seguro de que no proviene de Dios, sino del enemigo. Pero la buena noticia es esta: Jesús ya vino para darnos vida, y vida en abundancia. Eso significa que no aceptamos el plan del enemigo. Lo rechazamos, lo renunciamos y cerramos toda puerta a él. Queremos la vida de Dios—la vida abundante y desbordante que nos pertenece en Cristo.
1. La Promesa de Abundancia de Dios
Las palabras de Juan 10:10 están escritas en rojo—habladas directamente por Jesús. Eso las hace una verdad inquebrantable. Jesús no vino solo a salvarnos del pecado, sino también a darnos una vida abundante aquí y ahora. Esto no está en debate. No es algo para discutir con nosotros mismos ni con el enemigo. La abundancia es parte de la obra terminada de la cruz. Lo que Jesús prometió está garantizado—y Sus palabras son tan valiosas como el oro.
2. Lo Que Realmente Significa la Abundancia
Debemos hacer lo que sea necesario para alinear nuestra mente, pensamientos, estilo de vida y nuestro mundo con la Palabra de Dios, para poder recibir Su promesa de abundancia. Estamos recibiendo una sobreabundancia, excesiva, desbordante, en superávit, más allá, más que suficiente, y una abundancia extraordinaria de nuestro Padre Celestial. Este es Su deseo para todos Sus hijos.
3. El Corazón de la Abundancia
Y pasando delante de Moisés, proclamó: “El Señor, el Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y fidelidad, que mantiene Su amor hasta por mil generaciones, y perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado.”
Éxodo 34:6
La abundancia es quien Dios es. Desde el Jardín del Edén hasta la promesa del cielo, la naturaleza de Dios siempre es “más que suficiente.” Él rebosa de amor, misericordia, compasión y perdón. Cada mañana, al despertar, Sus misericordias son nuevas. Dio a Su único Hijo para que tengamos vida eterna. Así es la abundancia—es la esencia misma del carácter de Dios.
4. El Propósito de la Abundancia
El Señor le había dicho a Abram: “Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga maldeciré; y en ti serán benditas todas las familias de la tierra.”
Génesis 12:1-3
Cuando Dios bendijo a Abraham, no se detuvo allí. Le dijo: “Serás bendición… y en ti serán bendecidos todos los pueblos de la tierra.” Dios nos bendice para que Su bondad fluya a través de nosotros. La abundancia nunca está destinada a quedarse con nosotros—está destinada a fluir a través de nosotros. El mundo tiene hambre de esperanza, amor, paz y provisión. Y Dios quiere usar a Su pueblo—a ti y a mí—para llevar Su abundancia a un mundo herido.
PENSAMIENTOS FINALES
La abundancia nos pertenece, y Jesús pagó el precio en esa cruz para que vivamos en la abundancia de Dios.
Debemos hacer lo que sea necesario para alinear nuestra mente, pensamientos, estilo de vida y nuestro mundo con la Palabra de Dios, para poder recibir Su promesa de abundancia.
La abundancia es el carácter y la naturaleza de Dios.
